¿La creatividad muere cuando crecemos?

Todos somos creativos. TODOS.
Bueno, al menos, lo éramos de niños.
Ken Robinson, el experto en el Desarrollo de la Creatividad y la Innovación, sostiene que los niños se arriesgan, improvisan y no tienen miedo a equivocarse, Y es ese miedo a equivocarse lo que diferencia a los niños y adultos, porque los adultos penalizan el error, lo estigmatizan en la escuela y en la educación y así es como los niños se van alejando de sus capacidades creativas. Y si no estás dispuesto a equivocarte, no podés innovar.
Pero de acuerdo a esa afirmación: ¿La escuela mata la creatividad?
Según muchos expertos en el tema, efectivamente, es así.
En el sistema educativo en la mayoría de los países, hace que con el tiempo, los comportamientos sean más rígidos e inflexibles, porque en la escuela se enseña al niño a amoldarse a los patrones establecidos y que no se salgan de las rutas trazadas. En los exámenes, el profesor quiere que se ajusten a lo que dice el libro o lo que él mismo explicó y eso limita el potencial de los niños, los hace más torpes y menos inteligentes porque así están usando poco la imaginación y no se les deja ser creativos. Por eso, cuando salen de la escuela y el colegio, son menos creativos que cuando habían llegado.
Por esto es que las personas que sí lograron conservar su creatividad en el ámbito laboral normalmente suelen destacar, porque las empresas piden gente creativa, innovadora, que tenga ideas originales y busquen soluciones propias. Sin embargo, los alumnos que aparentemente eran buenos y tenían buenas notas en el colegio no saben hacerlo, porque era allí en el colegio, en donde sólo debía seguir las reglas, las indicaciones y repetir el patrón ya establecido que se sentían cómodos y no necesitaban pensar diferente ni utilizar la creatividad para resolver problemas y mucho menos innovar.
Pero todo tiene un por qué
Robinson explica en sus conferencias que todos los sistemas educativos del mundo, provienen de una realidad de la sociedad industrial del siglo XIX, en dónde la gente iba a la escuela con el objetivo de conseguir un trabajo, por ende, las matemáticas, los idiomas o las humanidades tenía más peso que las artes, porque era eso los conocimientos básicos que se necesitaban para después aplicarlo en el trabajo.
Hoy, en una sociedad donde la información está al alcance de todos, más que acumular conocimientos teóricos se necesita desarrollar habilidades y capacidades para el desempeño profesional y por esta razón las personas que logran hacerlo, se convierten en profesionales destacados y exitosos.
Un profesor al que aprecio mucho de la facultad nos había mostrado en una clase un video de una de las conferencias de Robinson y quedé encantada.
También les súper recomiendo ver éste video precioso: [Click aquí].
Fuente: La Vanguardia
¿Y ustedes, ejercitan su creatividad o la dejaron morir?
«La creatividad es la inteligencia divirtiéndose» -Albert Einstein.