Turismo interno en Paraguay: Salto de Cristal

El Salto Cristal, es uno de los lugares paradisíacos más hermosos del Paraguay y está ubicado en la ciudad de Ybycuí del Departamento de Paraguarí, a unos 150 km de Asunción.
Para ingresar en el lugar, se deben recorrer aproximadamente unos 30 minutos de camino de tierra, hasta encontrar la entrada del complejo y se cobra una entrada de no más de G. 20.000 por persona.
Durante la semana, en mi instagram story, estuve haciendo una pequeña y rápida encuesta sobre los lugares que les gustaría que les comparta mi experiencia. Las opciones eran: Salto de Cristal o la Iglesia la Encarnación.
Para poder participar de las encuestas, que suelo hacer en mi cuenta de instagram, pueden seguir haciendo click aquí: @thamarahalley.
El resultado fue este:
Ganó el Salto Cristal, así que hoy les voy a hablar de este precioso lugar.
Anteriormente, para poder acceder al sitio, los visitantes debían aventurarse a un complicado descenso de piedras, pero en la actualidad se realizaron mejoras y ahora se cuenta con unas escaleras de madera para bajar. ¡Mucho mejor y más seguro que las piedras!
Después del descenso por las empinadas escaleras ya se pueden observar los arroyos y otros pequeños saltos con los que se puede topar en el camino. Se debe pasar por muchas rocas grandes, árboles y recién después se puede encontrar a la imponente caída de agua cristalina, de 45 metros de altura, rodeado de una pileta de agua natural y un paisaje boscoso inigualable.
Cuando Nato y yo visitamos el Salto, pasamos todo el día en el centro mismo, en donde se forma la pileta natural en forma circular. Más hacia la orilla hay piedras muy grandes en donde los turistas se recuestan, colocan sus mochilas y toman las fotos de esa maravilla de la naturaleza.
De lo que nos habíamos dado cuenta, es de que la gente parece tenerle temor a entrar en la parte profunda del agua. Eran muy pocos los que se animaban a nadar, por más de que el uso de los chalecos salvavidas eran obligatorios y por cierto, tienen un costo de G. 10.000 por 20 minutos.
De igual manera, cerca de la orilla, el agua me llegaba hasta un poco más arriba de la rodilla y deben ser cuidadosos para no tropezar y lastimarse con las rocas del fondo. Por unos 5 o 6 metros es todavía playa el agua, sin embargo, no va aumentando gradualmente la profundidad, sino que de golpe tus pies ya no tocan la superficie, así que hay que tener muchísimo cuidado, en especial, para las personas que no saben nadar.
Nato si sabe nadar y yo no, y a pesar de ello, los dos queríamos disfrutar plenamente del agua y llegar lo más cerca posible del Salto y como el uso de los salvavidas no era opcional sino obligatorio, alquilamos los salvavidas alternando los tiempos. 20 minutos, luego descansábamos, reposábamos en el sol y luego volvíamos a alquilar los salvavidas. Porque estar todo el tiempo pataleando bajo el agua cansa mucho y la corriente era muy intensa.
Después de jugar mucho tiempo en el agua y de esforzarnos para llegar lo más cerca del salto, finalmente, lo logramos: Primero llegó él y luego me estiró del brazo a mí. ¡Fue lo más divertido! Debajo de la caída, hay una especie de cueva y estando allí se puede apreciar el agua cayendo en frente. ¡Es lo más maravilloso y sentíamos que nos merecíamos un trofeo! Jajaja, es que de verdad… Con la corriente fuertísima, el agua cayéndote a la cara y apenas pudiendo respirar: ¡cuesta muchísimo llegar hasta allí!
Lo que también me di cuenta, es que al parecer, el agua suele cambiar de color dependiendo del clima. En ocasiones veo fotos de otras personas que también fueron y tiene un color más verde azulado. La vez fue yo fui, era de un color más marrón, el típico color de los arroyos.
Lo que sí les recomendaría es intentar llevar una mochila con lo básico (algo para picar, bebidas para hidratarse, bloqueador solar, ropa extra) y sus propios salvavidas.
Lo que me encantó del lugar, además, es que en donde se encuentra la caída del agua, no hay música estridente. Si hay bastante personas, pero como mencioné, el centro del agua está casi vacío y la mayoría se queda sobre las piedras a observar esa maravilla de la naturaleza. Así que es ideal para pasar un día tranquilo y relajante, aunque también se pueden realizar actividades de aventura extrema, pero ese día nosotros teníamos ganas de algo tranquilo, ya en otra oportunidad podremos explorar y aventurarnos en lo extremo del Salto Cristal y les compartiré aquí mi experiencia.
¡Espero que les haya gustado y se animen a visitarlo!